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Estado Lara., Venezuela

miércoles, 11 de agosto de 2010

LA DUDA

Enfermedad mía es esta: La Duda.

LA DUDA.

Las enfermedades detienen el progresivo avance natural del cuerpo humano. Quizás eres una persona bastante sana, y todos lo queremos ser. Sin embargo, no es así, pues el alto grado de contaminación que está en el ambiente nos resta posibilidad de tener una buena salud. Hay enfermedades que nos imposibilitan la locomoción, otras la respiración. También están las más temidas por el humano: El sida y el cáncer.

Pensamientos acerca de la duda

“La Filosofía no va más allá de lo probable, y en cada uno de sus asertos guarda en reserva una duda.”J.A. Froude

“Me convencí de que dudar de todo es carecer de lo más precioso de la razón humana, que es el sentido común” J. Balmes

“Quien dejando lo seguro se va en pos de lo dudoso, pierde lo seguro y no alcanza lo dudoso” Panchatantra. II. Zioka 137

“Pero cuando veía envueltos en tantas tinieblas los asuntos humano, a los hombres perversos en continuada y alegre prosperidad y a los justos sufriendo vejaciones, mi sentimiento religioso, vacilante comenzaba de nuevo a derrumbarse.” Claudiano “in Rufinum” I, 12

“Lo único a lo que la duda teme, es que se dude de ella.” Autor desconocido.

Cuando olvidamos los beneficios del pasado porque nos encontramos en situaciones adversa, eso también es duda.

Usted sale de su casa, y cuando va a cierta distancia, de pronto acuerda de algo y se pregunta así mismo: ¿Yo desenchufe la plancha? Se devuelve para no irse con esa incertidumbre y desenchufa la plancha. Hizo lo correcto, aun cuando hubo duda.

Pero lo incorrecto es cuando usted hace un juicio de valor sin haberlo confirmado antes. Ejemplo. Acusa a su cónyuge, y basa su duda en sus elucubraciones. No ha comprobado nada, pero usted lo sospecha, y la duda alcanza su objetivo. Que dudes de la fidelidad de tu consorte; y todo esto sin tener una sola prueba.

Pero también, entre socios de cualquier tipo de negocios puede darse esta realidad. A la duda hay que desenmascararla; porque si no, se convierte en una enfermedad,

También hay los que dudan del Creador, y luego enferman. Y de esta enfermedad sufrió un gran hombre de Dios, el salmista Asaf. Y así se expresó él:

“Dije: Enfermedad mía es esta; Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo. Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos”. Salmo 77:10-11

ESTA DUDA DE ASAF MERECE QUE LA ANALICEMOS.

De repente el salmista hizo un alto en su cotidianidad y reflexionó sobre su estado actual cargado de dudas. Si usted amigo lector, lee este salmo 77 juntamente con el 73, entenderá, que olvidarnos de los beneficios que Dios nos ha dado, desde el mismo momento de nuestro nacimiento, hace que germine la semilla de la duda. Y cuando los tiempos se nos hacen adversos, el árbol de la duda crece de una manera vertiginosa.

¡Qué bueno por el salmista! El salmista reconoció en los dos salmos citados su ignorancia. Pues, él pensaba, que cuando estamos es situaciones difíciles de la vida, es porque Dios nos ha olvidado.

Su recuperación fue total, de tal manera que estuvo dispuesto a testificar nuevamente de su Dios. Y en el salmo 77:11 a igual que en el 73:28 demuestra su cambió de pensamiento fehacientemente. Pues ahora está dispuesto a testificar de las grandes obras de Dios, y dice: “Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos”.

Hermano, no dejes de hablar y testificar de lo que el Señor hizo por ti un día. Hagamos como Esteban, aun cuando lo lapidaban, dijo: “Señor, no le tomes en cuenta este pecado” (Hec. 7:60)

No midas a Dios por la circunstancia en que vives. Alábalo por sus grandes obras: las flores, los pajaritos, los ríos, las montañas y el ser humano; todo fue creado por Él. Si tienes miedo de testificar de tu Señor, seguramente es que estás poniendo las circunstancias e incidentes de la vida en un plano superior en tu escala de valores, antes que a Dios.

Jesucristo dijo:

En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Jn.16: 33)

Así que, creyendo a la palabra de Cristo, él nos recomienda: “que confiemos en él” Dale gracias a Dios por tu familia, por tus compañeros de estudios, por tus hermanos, por el pan de cada día; no te quedes mudo:

Anúnciaselos a tus compañeros, y diles: Cristo es mi salvador y puede ser el tuyo también. Cuéntales de la resurrección y de la Gloria de Cristo, de lo que nos espera en la eternidad a todos los que hemos aceptados Cristo como nuestro Señor y salvador.

Diles que Jesucristo perdona todos los pecados. Que él hace a los hombres nuevas criaturas. (2 de Cor.5:17) Que el Señor les promete recibir sus oraciones. Muéstrales, que cuando se encuentren en depresión, Jesús les dice, que él da paz, (Jn. 14:27) cuando alguien los rechaza Jesús les dice: Yo no les echo fuera. (Juan 6:37)

Si no puedes comunicar ni siquiera una de estas verdades que la Biblia enseña que debemos anunciar: Entonces tendrás que decir:

Enfermedad mía es esta”; Pero como nadie quiere quedarse con la enfermedad; la sanidad es esta:

Meditaré en todas tus obras, Y hablaré de tus hechos”

Dios no deja caído para siempre al justo (Prv.26:16). Levántate hermano, y testifica de Cristo.

Rev. Lorenzo Pino.

lorenzopino2@hotmail.com

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